domingo, 1 de marzo de 2009

Querido diario.

Querido diario, estos últimos días están siendo extraños.

Quisiera decir que todo, absolutamente todo va bien, pero no es así.

Por suerte, lo arreglé con L. y me hizo recuperar la mirada alegre y completamente feliz al mirarle a los ojos.

Todo ha sucedido demasiado deprisa... El viernes, A. vino a comer a casa y... Bueno, nos lo pasamos relamente bien, y me gusta, cuando al mirarle, se le colorean las mejillas de un color rojo intenso. Me gusta, porque me gusta verla feliz, sonriendo, y con el corazón oyéndosele a kilómetros de distancia.

Quizás también... Lo más difícil de todo haya sido el pedo que me agarré el sábado. Bueno, sus consecuencias. Ya es bien sabido por todos que el alcohol no te hace olvidar, sino que te hace recordar con mayor intensidad todas tus preocupaciones.

El dolor de todo lo que había pasado y estaba pasando acudió a mí ardiéndome, las entrañas y el corazón y hubo un momento en el que no pude más. Quizás.. Bueno, mi T., mi tato, no se hacía a la idea de lo que me estaba ocupadno la mayor parte del cerebro, y con una frase: "No le puede pasar nada a mi tata, si algo la preocupa a ella me preocupa a mí" . Él no lograba imaginarse nada, pero cuando, entre lágrimas, logré abrir mi corazón, sus ojos, envueltos en lágrimas, me consolaron, sus manos, se agarraron con intensidad a las mías, entrelazadas, con cariño, ternura y sobre todo, hermandad. Me abrazó, tantas veces como lo necesité, me escuchó, tanto rato com ohablé, y me dio, tantos consejos como fue capaz.

La noche no acabó ahí, y después de compartir con L. los mismos pensamientos, acabamos, como debía ser, envueltos en un abrazo de amor.

Pero no.. no os penséis que ese fue el final. Después de un inquietante sms de A... T. se puso bastante mal, pero una llamada a tiempo lo solucionó...

Y hoy estoy demasiado cansada como para pensar, y además mañana tengo examen de química.. Bueno, al fin y al cabo, sólo me quedan 8 exámenes... u.u